En épocas de descanso puede ser dificultoso seguir una metodología de trabajo ya que el futbolista suele dejar de lado por unos días sus obligaciones.

Jugar al fútbol en la playa es una de las grandes costumbres en cualquier lado del mundo, tanto por futbolistas profesionales o amateurs. Se lo practica por ocio y/o diversión sin tener en cuenta los beneficios que trae consigo.

A continuación, te mostramos una lista de ventajas de jugar fútbol playa:

Las piernas están en continuo movimiento y con una fuerza más demandante que en el césped.

La dificultad que proporciona la arena hace que se mejore la condición física, al mismo tiempo que fortalece músculos para evitar futuras lesiones.

El ambiente de relajación es importante para la parte mental.

Fomenta las habilidades técnicas, por la irregularidad del ‘campo de juego’ y el hecho de jugar descalzo.

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Un gol que solo el fútbol playa permite

Sin importar las reglas que cada uno implemente, la intensidad y la explosividad a la que se somete el cuerpo hace que este trabaje sin que uno lo sepa, lo cual es bueno debido a la dificultad de seguir un entrenamiento específico en vacaciones.

Es importante mencionar que no hay que abusar de esta práctica, ya que al ser un terreno dificultoso para jugar al fútbol puede llegar a generar algún tipo de lesión o sobrecarga de músculos.